Un deporte, tres ventajas:
nadar promueve la forma física, la salud y el bienestar
Tras el estrés del día a día, muchos sueñan con dejarse llevar, sentirse ligeros y flotar.
¿Algo imposible? Para nada: eso es justo lo que permite la natación. Nadar es deporte y bienestar a la vez, y todo en beneficio de la salud.
No hay que ser un genio en física para darse cuenta de lo ligero que se siente uno en el agua.
Al flotar, se alivian las articulaciones y se facilita el movimiento. Al mismo tiempo, la presión del agua nos obliga a mantenernos activos, por lo que los músculos entrenan con suavidad pero de manera efectiva.
Por eso, la natación resulta beneficiosa en principio también para las personas con dolencias articulares o sobrepeso. Nadar no solo fortalece muchos músculos, sino que también estimula el sistema cardiovascular. Investigadores estadounidenses han descubierto que la natación moderada y periódica puede reducir una presión arterial algo elevada.
Los estudios reflejaron un descenso de la presión arterial de unos 10 mm Hg tras solo tres meses. Según el estilo y la velocidad, nadar consume de 300 a 500 kcal por hora.
Izquierda: cargas puntuales en sistemas convencionales de contracorriente
Derecha: flujo superior e inferior amplio y uniforme gracias a nuestra tecnología de turbinas.
No obstante, se requiere práctica, pues la natación solo es saludable si mantenemos una postura correcta en el agua.
De lo contrario, podemos sobrecargar algunos músculos o articulaciones, lo que sería contraproducente. La mayoría hemos aprendido a nadar de pequeños, algunos incluso en la escuela. Pero quien lleve tiempo sin nadar, quizá no recuerde bien todos los detalles.
Nadar a crol
Nadar a crol resulta especialmente efectivo, pues brazos y piernas trabajan por igual. En la modalidad de crol, la cabeza pasa más tiempo bajo el agua y solo se gira brevemente para respirar: por eso, se puede mantener una postura recta en el agua. La respiración regular junto con el esfuerzo se traducen, a la larga, en un corazón más fuerte.
Nadar a crol es el estilo que más calorías consume. Es la forma de moverse más rápido por el agua, pero también la más agotadora. El crol resulta muy indicado como entrenamiento cardiovascular y contra los dolores de espalda, así como para personas con problemas en caderas o rodillas.
El estilo braza
El estilo braza es popular porque se puede practicar en grupo y pasar así un buen rato. Sin embargo, existe el peligro de cargar la nuca por mantener la cabeza siempre fuera del agua, mientras que el resto del cuerpo se encuentra estirado en cierto modo bajo el agua. Lo mejor por tanto en braza es llevar la cabeza dentro del agua y sacarla solo para respirar.
Al nadar a braza, casi toda la fuerza viene de las piernas. No debemos efectuar grandes zancadas abiertas de rana, sino dar como pequeños saltos que nos impulsen adelante con rapidez.
El estilo de espalda
El estilo de espalda tiene la ventaja de que la cara queda fuera del agua. Así se puede respirar sin problema. Un error que muchos cometen es «combarse». Suele ocurrir de manera inconsciente, pues parece que nos orientamos mejor si no miramos al techo (o al cielo).
En espalda, también es importante llevar el cuerpo recto en el agua y respirar con regularidad para entrenar bien.
Una buena postura en el agua resulta siempre ventajosa al nadar.
Con el sistema de nado con turbina HydroStar de BINDER, se pueden practicar todos los estilos sin problema, incluso en piscinas pequeñas: gracias a la potente corriente del sistema que mantiene al nadador en su sitio, no es necesario virar.
Para espalda, facilita la orientación y evita el peligro de golpearse de repente contra el borde de la piscina, pues la corriente permite al nadador ir bien alineado. El sistema patentado de contracorriente se puede adaptar a cada nivel de exigencia y brinda una experiencia única para cada nadador. No solo profesionales como la triatleta Carolin Meyer aprecian esta posibilidad de entrenamiento. El sistema de contracorriente de BINDER también ayuda a los nadadores ocasionales a alcanzar un equilibrio óptimo en la piscina de casa.